
1. La segunda madre
Un refrán dice que primero fue el uno que el dos. Así que usted, resígnese, siempre será ‘segundona’, ni siquiera intente ocupar el lugar de la madre porque no lo vas a lograr.
2. La intensa
Esta es la típica que está todo el día pendiente o ‘pegada’. Este tipo de mujeres llama cada media hora, quiere saber todos los movimientos, pretende estar todo el tiempo con él. Sábados, domingos y festivos se queda a dormir en su apartamento, para desayunar juntos, comer y cenar. Todo con él. También quiere que la acaricien todo el tiempo, le hablen estilo bebé y espera besitos cada cinco minutos. De otra forma piensa que algo está mal en la pareja y se pone paranoica.
3. “Quiero saber todo”
2. La intensa
Esta es la típica que está todo el día pendiente o ‘pegada’. Este tipo de mujeres llama cada media hora, quiere saber todos los movimientos, pretende estar todo el tiempo con él. Sábados, domingos y festivos se queda a dormir en su apartamento, para desayunar juntos, comer y cenar. Todo con él. También quiere que la acaricien todo el tiempo, le hablen estilo bebé y espera besitos cada cinco minutos. De otra forma piensa que algo está mal en la pareja y se pone paranoica.
3. “Quiero saber todo”
Si algo enerva a un hombre es que le registren. Esas mujeres que buscan pistas del pasado y secretos en el escritorio, el celular y la billetera mientras él se baña no va a durar demasiado.
4. La rival
4. La rival
Entre un hombre y su mejor amiga hay más fidelidad que con su mejor amigo de toda la vida. Los celos por ella solo te traerán rivalidades. Tampoco tenés que adorarla y prestarle tu ropa, pero tratá de aguantártela.
5. La desesperada
5. La desesperada
Nada más notorio que el afán por conseguir novio y, peor, el de casarse. Para esto se necesita inteligencia y el movimiento menos astuto de una de estas desesperadas es ‘sacarle’ cita con los papás al mes de conocerlo, hablar de matrimonio, anillos, luna de miel y hasta lagrimear cuando vea un bebé. Llegar al altar toma su tiempo. No te apures.
6. La que no gasta
6. La que no gasta
La caballerosidad es una cualidad que todas aman, pero no abusen. Así como reclaman por sus derechos, no se las den de princesas para que ellos paguen absolutamente todo lo que hacen. Los tiempos cambian y ahora los gastos en las parejas se comparten. Eviten el recorrido por el centro comercial, la joyería, los mejores restaurantes para que les renueven ropero, les amueblen la casa y las lleven a unas vacaciones todo incluido.
7. El síndrome Excel
7. El síndrome Excel
Algo que les molesta mucho son las que les planean todo como si fueran una tabla de Excel. Olvídese de crearles dietas, rutinas de gimnasio, la visita a la mamá o a la prima más querida, y las reuniones de egresados. Deje que él programe las actividades.
8. Las muy extrovertidas
8. Las muy extrovertidas
Mujeres por demás coquetas, que hablan mucho, que son queridas con todos, que te abrazan, te besan y cuando se emborrachan se transforman. De alma de la fiesta pueden pasar a pesadilla y cada vez que salen no solo devuelven atenciones sino que les hacen ‘showcito’ delante de todos. Eso sí, se arrepienten al otro día.
9. La mujer antiamigos
9. La mujer antiamigos
Esta tiene dos características: acompaña siempre al novio pero nunca se integra, es como una especie de mueble y no musita palabra, ni siquiera toma y pone mala cara; o se enoja cuando su esposo sale con sus amigos. Nada les molesta más…
10. Celos, celos y más celos
10. Celos, celos y más celos
Es verdad que los hombres muchas veces generan estas inseguridades, pero cuando sospechan hasta de la kioskera, la cosa se pone grave e insoportable.
11. Las criticonas
11. Las criticonas
Algunas piensan que son decoradoras y dos semanas después de conocer al tipo quieren cambiarle el apartamento, la casa de los suegros les parece anticuada y esperan que pongan tapete en todas las puertas. Sueñan con tirar el afiche de Boca, que nunca deje platos sucios y que la ropa sea solo de marca. Andá armando el bolso…
12. El odio al fútbol
12. El odio al fútbol
Si no te gusta, dejá que él lo disfrute. Algo que de verdad espanta es la mujer que se pone furiosa si el domingo en la tarde es para el fútbol, el estadio, los amigos y unas cervezas, y no para ella.
13. Disertaciones sobre el amor
Mujeres, olviden que los hombres quieren discutir sobre el amor, la relación de pareja y los conflictos por tres, cuatro, cinco horas o todo un sábado. Recuerden que el género masculino, aunque ama, es más práctico y no se pone metas cara a cara, reflexiona y jura amor eterno. Ese abrazo al final de una discusión bizantina no es de satisfacción, es puro teatro, comprobado.
14. La actitud antihogar
13. Disertaciones sobre el amor
Mujeres, olviden que los hombres quieren discutir sobre el amor, la relación de pareja y los conflictos por tres, cuatro, cinco horas o todo un sábado. Recuerden que el género masculino, aunque ama, es más práctico y no se pone metas cara a cara, reflexiona y jura amor eterno. Ese abrazo al final de una discusión bizantina no es de satisfacción, es puro teatro, comprobado.
14. La actitud antihogar
Si quiere perder a su novio en mínimo dos días, dígale que no le interesa la casa, aprender a cocinar, tener hijos y quedarse de vez en cuando en la casa. Nadie quiere sirvientas a la antigua. Pero hay que admitir que son pocos los hombres que se hacen la comida y se ponen a lavar la ropa.
15. Las autosuficientes
15. Las autosuficientes
Es verdad, las mujeres pueden hacerlo todo y hasta mejor que un hombre. Pero esa miradita, esa actitud de sabelotodo, de que no necesita a nadie y esa pose algo masculina no solo espanta sino que enerva. Está bien, son exitosas, pero dejen de repetirlo y recalcarle que ganan más.
16. El chantaje
16. El chantaje
Nada más bajo que jugar con esto. Algunas se proponen hacerlos sufrir y les provocan celos con personajes imaginarios, se mandan flores ellas mismas a nombre de otro, llorisquean para conseguir su afecto, se hacen las víctimas.
17. Las escrupulosas y las sucias
17. Las escrupulosas y las sucias
En esta categoría entran las santitas y las que se pasan. Eso de apagar la luz, de poner cara de asco y de hacerse las santas después de cierta edad ya no queda bien. Pero ojo, cuando la mujer resulta más sucia que el hombre, también corre el riesgo de asustarlo. Eso sí, no se repriman y muestren sus armas poco a poco.
18. No es un esclavo
18. No es un esclavo
Mujeres, sus novios o maridos no son sus mensajeros, tramitadores, plomeros, electricistas, choferes y, además, buenos amantes. Eso de pasáme a buscar, lleváme, pasemos por, prestáme y arregláme…no va.
19. Las comparaciones
19. Las comparaciones
Si entre sus frases más comunes están “con mi ex hacía esto o aquello”, “él era divino” o “él siempre me regalaba”, su relación no tiene futuro. Si los añora tanto, ¿por qué no está con ellos?
20. Los cuestionarios
20. Los cuestionarios
Existen varios, pero uno de los peores es el del sondeo de número de novias, cuántas mujeres pasaron por su cama y cuál fue la mejor en la cama. No insistan en saber en cuál puesto están y piensen, como dice en Desiderata, que siempre habrá alguien mejor y peor que tú
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